Y si...

¿Y si jugamos a decirnos todo?

logramos sacudir el polvo de nuestras palabras, limpiamos un poco el vidrio y hacemos de nuestras ideas vitrinas radiantes, 

nos decimos esas verdades a medias que en invierno agrietan nuestros labios, 

dejamos que los sonidos y compases dibujen notas, tonos claros, dejemos que sus ropajes nos envuelvan.

¿Y si jugamos a decirnos eso que palpita entre nuestros dedos?

magnetismo que pega tu mano a la mía, ese momento se alarga cuando paso cerca de tus brazos, esas ganas locas de verte y darle inicio al día, 

nos decimos a la cara esas cosas intangibles que viven en nuestros ojos mientras hablamos, ese espacio vacío y constante que se expande por el universo, lleno de coloridas explosiones.

Y si jugamos a no tenerle miedo a lo que pasa, a que nos da lo mismo el mundo, 

se mueve constante.

Juguemos a que nunca fue tema para nadie mi felicidad,  

cuando miro esa sonrisa dibujada en tu cara todo es suspiro, 

los ladridos feroces de las bestias humanas, 

el ruido penetrante de las máquinas, 

el redoble incesante de pasos perdidos, 

todo es  suspiro en tu sonrisa. 

Todo en este mundo es pálido cuando me pierdo en  mariposas aleteando me muestran sus colores, 

ver tus ojos mirando hacia el oscuro vacío de mis ojos, 

eso apaga los colores del mundo.

¿Y si jugamos a que te digo esto? 

y que tu lo  escuchas, seria una pena...

 prefiero el cómplice silencio, 

el vértigo de lo omitido, 

el hermoso hecho que lo que nunca empieza jamás tendrá final, 

 complicidad, que si no se dice no es cierto.