Prohibido
Les deseo lo peor.
Lo llenaron de su asquerosa estirpe,
Violento esperma buscando sangre,
Odio, virus, balas, ¡sangre!
Hay que contar los segundos para llegar al fin.
Mierda, mierda es lo que come la gente,
Mentiras sádicas de un puto mundo ideal,
¡Que se queme todo!, ¡todos!
Que su carne derretida caiga en cenizas,
Alimento indigno para larvas inocentes,
¡Que sean mierda que recoge el escarabajo!
Pudranse desde los ojos hacia dentro,
Que se les corten todos los nervios,
Que sus dientes se pudran al tiempo,
Que no sean más que polvo y recuerdo.
¡Mustios los quiero!, mueran desaparezcan
O manténme primero.
Segundos
¿Cuánto demora el cuerpo para separar la esencia del estorbo biológico del que viste?
Que delicia cerrar los ojos en segundos,
Entregar mi mente al golpe de una idea metálica,
Y sentir que el maldito y maravilloso mundo apaga sus colores.
¿Serán segundos agónicos y constante como el presente?
¿Habrá algo peor que estar vivo?
Ser parte de esta especie inmunda y llena de odio,
Ese que me permea tan simple por la piel,
Ese que siento al mirar tu maldita cara esperando la puta respuesta a una vida llena de un vacío tan propio tuyo.
Cuanto cuesta salir de esta puta rueda llena de mentiras,
Maneras vacios colmados de adjetivos simples,
Promesas de un cambio inútil, la singularidad jamás será garantía. No somos nada, nada seremos vacío intenso flotando en el vacío,
Somos de todo, menos sentido.
Que se apaguen los colores, y que la música sea ruido, el calor fuego, y el segundo que llegue y me golpeé fuerte la cara, destruya mi nariz, rebiente mis ojos, desgarro mi pelo, desolle mi cráneo, aplaste mi cerebro, y borre esta inútil conciencia que el tiempo me obligó a aceptar, no pedí vivir, morir pido y no llega.
Puto castigo que es la vida.
Jet set
Son todos iguales,
Hablan de lo mismo,
Se miran al ombligo,
De sus dedos cuelgan balas,
Y de pistolas hacen baladas.
Agrandan las distancias,
Aman lo que brilla;
Tienen varias casas y familias,
Al servicio de moda.
Celebran el estéreo tipo de pobre,
Y el abuso de poder,
Le entregan justificación al estigma,
Son sangre de una herida abierta.
A bailar sin razón,
El mundo ya se acabó,
Lo que queda no es nuestra culpa...
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