Ser pequeño
Un hombre pequeño creció hacia dentro, soltaba emociones dibujadas en negro, sobre una tela de árbol añejo, tallaba contraste de dulce y agraz, un remolino girando al viento, soltando colores de odio y amor. De pronto jugaba con tierra y ojos, rojos vivos del cielo y la tierra, una pequeña llama saltaba al espacio negro de su ojo, un aplauso de los árboles bajaban agitando las hojas de los arbustos celebrando sus juegos, primavera y Rosales cantaban la mañana, el mundo era un papel que para su vida era poema . El mundo era pequeño y el era pequeño, por eso el mundo le pertenecía, habían días que los días eran tan largos que lluvias embarcaban marcos de nieve a los límites del mundo. Creció tanto hacia dentro que el mundo sigue siendo eterno, y desde el vacío de su alma el gritó no se apaga, cuando duerme la victoria, la derrota reina el día, el éxito es una carga, por que su peso es el cansancio, y el precio de que se paga es olvidar el descanso.