Y después la primavera.
Ví desvanecer tu escencia, Aroma que desaparecía al viento desprendido de tu pelo, como un pétalo arrancado por un silbido, vi como tus colores palidecian fríos a la luz, vi como desde el silencio, tus notas perdían su tibieza, vi como el invierno invadía tus raíces, y su violento frío marcaba tu piel. Hoy disfruto tu primavera el verte verde y florecide, rebosante y robuste, con tus caudales revoltosos, y tus aromas palpitantes, entre los suspiros, alas y cantos componen allegros. Aplauden veloces los árboles con sus hojas al viento, así única sinfonía reina tus raíces estiradas y nutridas, levantan tersas lo que antes marchito, así la vida, siempre después de peor invierno, jovial primavera, cuando el poeta canta podrán vender todas las flores, pero no podrán privatizar la primavera, el regocijo que llega a todos como regalo de la tierra.