Donde termina la noche
Aquí encerrado entre paredes y vidrios, humedecidos por el aire, dibujan sombras blancas y tenues, espero el último segundo de la noche, una sentencia tibia que me lleva a esperar el momento más frenético, el despertar del día que levanta todas las almas, inicia todos los ruidos, el último segundo de la noche es el momento pristino para disfrutar en el odio el calmo silencio, una vigilia de caos calma, a la cual incluso el viento despierta con frío. El último suspiro del sueño que me encuentra despierto, con los ojos ávidos, me exige soñar despiertos y hacerlos día, mi sueño me exige vida, me rebotan sus protestas dentro de mi mente, y mi alma oxidada a la intemperie en mi pecho rebota, sus banderas clavan y exigen patria, mis sueños de mi declaran independencia. Cuál culpa más la mía, y mi gobierno taciturno, que con su extinguida llama nunca apago el frío, con su famelica carne y planta jamás calmo el hambre, yo jamás con mi oído dormido escuché mi grito. El último momento de la n