Carlos Luna Ulloa

El mar   envistió   su furia sobre las   fauces   del hombre lo miro   indignamente   le   escupió   fuera, tal escoria entrara al   hálito, lo lleno de algas en los ojos y tapo sus   oídos   de sal, en su boca hizo que entraran piedras que molieran sus dientes, y   quebró   sus huesos en la arena, todo por que el hombre entro de espalda y con el nombre de una mujer en su boca, el hombre gallardo entre la risa y el   quebranto   el dolor y la angustia, grito eres la   única   fiel mar, me tapas los ojos para no verla y no caer en su   veleidad,   quebraste   mis huesos para no arrodillarme en su pies, rompes mis dientes para no besar la vid de su boca ni comer de sus suspiros, tapas mis odios para no escuchar su melodiosa vos, pero no mi boca para poder   blasfemarla, y me dejas vivo para sufrirla. El mar recoge entonces sus manos, y manda una ola a recogerlo, y entre burbujas le susurra, yo no hice esto, fuiste tu, la luna me mira tranquila en el cielo me acaricia con su luz me hipnot