Mirando al trapecista muerto.
"Dios había muerto" en las palabras del mundo el susurro al viento, temerosos los ojos inquietos en el tumulto de un trapecista muerto. Ahi en medio del camino de un Rey, sacado de su trono por sus tiempos, la filosofia y las ciencias se divorciaron, entendieron que no hay matrimonio sagrado, ni pecado, entendieron que la verdad era la unica, de alguna manera, razon que avalaba los medios. Ahi en su maximo explendor el poeta se sintió libre de olvidar la letra, dejar de lado el ojo sensible que crea mundos perfectos. Es entonces el momento culmine del desarrollo, la ciencia genero aliado, el dinero. Era esa la nueva justificacion al medio, el dinero busca la verdad, y la filosofia en su mundo productivo no genera margen. El hombre desarrollo su intelecto prístino y sagrado para muchos, y en su afan de generar dinero busco verdades en el mundo, y ahora en el universo. El origen de la vida, la verdad irrefutable, ese bicho interno que nos obliga a clasificar; humano dueño del u