Carlos Luna Ulloa

La pluma no duerme, solo sueña que esta dormida. Se eleva al viento, camina como nube perdida, viene, se va, se eleva, suspira, y por un momento escribe poesía. Juega con los dedos, los usa de instrumento, los deja esparcidos como tinta en un papel, surcos y lineas de un mapa que en un cerebro dormían. la pluma irresponsable dibuja mientras camina, deja marcado de su sangre la idea cautiva, liberándola en letra que disfruta en alegría, malvada amiga que disfruta su agonía, en su desgaste el réquiem lo vive como allegro , risonante al viento, rimbombante al tiempo, cuando su tinta se agote, sus mapas, surcos, serán eternos. La pluma al viento y sobre el papel, sus sangre serán imágenes de una vida, recuerdos que la hacen sempiterna, sabiendo que hasta el tiempo fenece en ella.

He querido olvidar el tibio respiro del viento, la silueta sonriente de la montaña en mi ventana, el rojizo olor de las tablas al fuego, el azulino juego de las aguas en las playas, el sonido eterno de una ciudad en carrera. He querido olvidar los nombres, las palabras, y letras, que me anclan a tus interminables costas, como iniciales que marcan en las piedras, por donde el agua danza. He querido olvidar los lugares en que mi piel te dibujan a colores, tantas, que me incitan a extrañarte, tus escalofríos que me mecen como al recién nacido. El verde de tus laderas, el blanco de las cimas, el azul y celeste que dibujas por encima de ellas. He buscado olvidar, de donde sale mi sangre carmenere, terrones quebrajados y dormidos, mas tus paisajes y colores son sentencias de una mente poseída.

Estaré cuando la noche no sea ni joven, ni vieja, ni nueva, ni caduca, lejos de la mitad del dia y cerca de la mitad de la noche. Estaré cerca del sueño y lejos del despertar, estaré esperando tu aleteo al despertar, atento al amanecer de tus ideas. Estaré y estoy quizás no en el tiempo que entiendes y entiendo, que tienes o tengo, en la linea, circulo, cuadro o silencio, en la medida de la luz o a distancia, en la medida de la fe o ciencia. Estaré por aquí, por acá, aun cuando ni yo mismo me encuentro, en un suspiro de rabia, llanto de esperanza, o grito de felicidad, y si no lo estoy es eso lo que intento, caer a ti mas allá del tiempo, como gota que en la nube vuelve a su cause. Estaré desde antes del verano y cuando acabe, quizás no lo veas, pero aun siempre estando, mi tiempo, mi vida, te extraño

El pequeño gesto de tu sonrisa al nacer, que se convierte en mariposa y revolotea, mi primavera, desordenada y suave al viento, su aleteo frágil y seguro, va despejando nubes al despertar de tus ojos, que son islas perpetuas en medio de la tempestad de la vida, y solo escuchar el canto de tu respiración en medio de la noche, todo lo sosiega. El calor de tus manos amaneciendo en mi espalda, cálidos rayos de sol, que se escabullen entre las nubes, y que las insolentes gotas devoran. De colores desde el amarillo al rojo y de vuelta al café con su olor punzante e hirviendo de tu boca. Eres un pequeño mundo, en medio del universo y haces que el mismo se vuelva mas inmenso, como la ola que arrastra de la orilla su propia existencia.

cuando asustados los pájaros, con sus graznidos espantan el frío, y en sus plumas capturan las gotas de lluvia que arrebatan al otoño, un divino tesoro que al viento desatan. Entre las ramas y sus laberintos creciendo hacia el cielo, sus patas anidad buscando cobijo, dispuestas al viento a saltar al vacío, sus casas son imágenes perdidas en un corto recuerdo. Los pájaros navegantes del cielo y ese eterno color gris, que de pronto trae colores y frío, su viento su lluvia sus sonidos vacíos, mientras los pájaros cantan y bailan viajando perdidos. Las hojas son alfombras que al aleteo se alejan, los prados son plantas que entre sus colores sus orígenes denotan, se visten de otoño a verano, con colores iguales, pues el año y sus estaciones son lugares iguales, viajes donde viajes.

Caer en silencio al vacío, y en tu oído, el viento en un suspiro. La oscura boca se transforma en noche y todo da vueltas en mi ojo el mundo estático me mira como inmovilizado, los días pasan uno al lado de otro y mi miedo pasa a costumbre a caer, va desapareciendo, como el miedo a la muerte cuando esta se acerca. las noches pasan a ser un resumen de días malgastados, y yo soy un cifra mas.