Vino idea

Las ideas son como el vino, complejas con notas de dulce y agraz, las hay en grandes niveles de producción y en detalle, alejadas en roble y en aluminio, las hay reserva y común todas son vino, pero no todas son para mezclar, algunas son dignas de terminar la botella en el momento y otras para echar a la olla y cocinar, las hay en caja, bidones y vidrio, artesanales únicas, y producción en masa, hay ideas que como vinos se venden y otras para yo disfrutar. Por eso cuando uno bebé mucho las ideas nos empiezan a emborrachar, y por eso no se puede siempre pensar.

Como el vino la tolerancia a las ideas depende del humano quien mucho no ha pensado, con unas cuantas ideas nuevas, se empieza a emborrachar, lanzando golpes y combos al viento, vomitando todo lo que ha pensado, entregando el intestino al cerebro, vota y desparrama ideas que se puso a pensar.

Algunos que de a poco piensan, siempre, y no tan fácilmente se llegan a emborrachar, escuchan una idea a la ves y no parar hasta entenderla, no piensan por vicio, piensan por qué llegan a querer despertar los sabores del vino que viven en la idea, más que enfocarse en su emborrachar.

Ni pensar es bueno, ni el vino malo, existen distintos usos para cada uno, mientras uno clava el clavo el otro, golpea la mano.