Mi patricio nacido

Nos mienten el la piel, nos separan con nombres de novela entre sus límites imaginarios, nos dicen amén la Patria por sobre todas las cosas, mientras la desangran sin clemencia, la bandera no es la patria, es su gente es su latido en millones de corazones, el sonido dispar de sus voces, son los rincones de su cordillera, la tibieza de su bosque húmedo, es descontrolado clamor de sus ríos, la tempestad de sus bordes de agua, el color intenso de su desierto, el profundo fondo de sus valles, y el desteñido hielo eterno de sus glaciares.

Nos mienten mientras nos muestran un pedazo de género, de tres colores unitarios, cuando banderas derramadas de sur a norte tenemos olvidadadas, nos hablan de patrias sus patricios desde su juego romano, cuando en las calles de Arauco y Patagonia mueren los hermanos, cuando callamos a las islas que engalanan a visitas, nos hablan de patrias sus patricios, prefiero la nación como cuna mía.

Prefiero decir que Chile es algo gracias a Mapuches, Diaguitas, Atacameños, Chonos, Incas, Kaweskar, Selknan, Patagones, Rapa Nui, Mujeres, Niños y hombres, pero jamás patricios. Somos los que dejamos la sangre en nuestra tierra, somos nación y más valiosa que la bandera. Patria no es la bandera tendida sobre de la tierra, Nacion es la gente que nutre con voz, aliento y sangre la tierra, somos los que olvidó y los que recuerdo, es cada indígena que dejó la vida por su tierra sus hijos y familia a manos del inmigrante y su espada patricia homicida, y hoy a manos de sus hijos olvida la ofensa cometida.

Nación somos todos sus habitantes, hundida por sangre e historia sobre la tierra acontecida, somos los que llevamos la historia por fuera de la página del libro, somos lo que nosotros determinados escribimos al futuro, nación es de sur a norte el mismo origen de nuestros amores.