¡Me haces falta!

Me haces falta en medio de esta solitaria noche, cuando la luna es el único foco, y con su luz plateada y un velo blanco y húmedo, colorea el mundo con tonos nostálgicos y de tizne, como una historieta, un libro, una nota, el blanco y el negro reinan en la naturaleza, la noche es la única sin estaciones, pasa eternamente vestida de gala, con su blanco de plata y su negro de carbón.

Me haces falta por que me dejas un vacío, un continente enteró dibujado en mi sabana, sin ti el mundo me queda grande, caigo desvalido buscando que hacer, lleno los espacios con momentos, nada continuó, es como que prefiero no recordar el respiro que doy sin ti, desde que no estás los cafés son más largos, las comidas eternas, los cigarros más lentos.

Me haces falta en mi mano, el peso de tu cuerpo sobre  el mío en la cama, me haces falta en el silencio, en ese momento donde tu respiración y tu sueño llenan mi oído, busco como construir galaxias en medio de tus labios, me hacen falta tus piernas, y por sobre el frío de mi espalda, tus labios sobre mis mejillas y tus ojos perdidos en el silencio negro de la quimera, en el etéreo sonido de tus movimientos, y en la calma obligada de tu partida en la mañana.

Me haces falta al volver del frío, un beso tuyo apaga mi día, le da vuelta al mundo, y detiene la estación, el mundo cambia del otoño, invierno, haces primavera y verano, tienes la magia del mundo en tus ojos de gitana, y la calidez del bosque entre tus greñas, eres como la mapu donde crecí y caigo maduro como fruto.

Eres un dibujo en el desierto una gigante dibujada con piedras, pasarán siglos y seguirás siendo nueva, me haces falta, cuando falta, cuanto falta, extraño tus valles y tus montañas, te extraño tanto y tanto me haces falta, de noche y de día, como si no existiera la vida, el vacío que dejas en el mundo es tan grande y yo pequeño.

Me haces falta en el viaje, en el metro, en la calle, me matas lejos, me haces falta.