En el frió de una caricia sin fuego

en el calor del sol de verano el agua,
recorre la venas de la tierra en frío;
aun que el sol con su brillo las abrase
las cobije, las toque, las altere,
el agua es una carretera de frío que fluye
eternamente;

El sol encuentra sus dedos torpes
cuando juega a buscar un lugar en el río
no se calma ni se detiene, sigue
impertérrito ante la lúdica muestra del sol,
tratando de demostrar su calidez;

Y cuando el sol logra conminar a su calidez al agua
y se entrega a su juego el agua haciendose
humo desaparece, y el sol ve una tierra mustia
polvorienta, y sin reflejo de su brillo.

cuando el calor no se esparce
desaparece.

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