Pertenencia

Como es vivir una vida, pensado que otra nos pertenece, que falso fulgor que obnubilar la visión borrosa ya del mundo que ostentamos. Risa, jolgorio y momentos que nos hacen creer que somos pertenecientes a algo, que se puede pedir son momentos de todo mas somos la nada, la libertad es la capacidad de contraer compromisos, como también la de romperlos, por lo cual es un deber ser responsables frente a ellos, asumir consigo una convicción que lo que comprometo lo mantengo, y con ello no dañar a nadie eso es libertad, mas si eso es libertad, como puedo yo pertenecer y que me pertenezcan, el humano no nación para ser libre?.
Olvidarme, de todo nunca fue una salida, yo también me vi segado, por un falso y seráfico sentimiento que llaman amor, químicos alborotados en mi cerebro que hacen despegar la endorfina cuando sentía su aroma, mas esos químicos, me hicieron adicto aun sensación que mas que ayudar destruye mi autoestima, y fortaleza inmoral, que defiendo ante todo, pues la moral es un proceso que se debe construir desde el individuo, no desde las marcas de la sociedad, es un proceso que debe llevar al humano a su desarrollo máximo, no a su coartación, no hacerlo caer en un estado amorfo en el cual acepte sin saber, si no que lo eleve a su mejor momento, que lo haga luchar y enterarse porque? o porque no?, por lo cual considero que el amor es una adición química a estados de placer, no un pertenecer a alguien, si no pertenecerse a uno mismo, sin perjuicio de asumir en libertad lo que quiero para mí o mi relación, es decir, la fidelidad, la pertenencia, el amor eterno, y toda función del amor es una muy valida construcción social en la cual uno libremente acepta términos similares.
El amor existe, hay que vivirlo químicamente, y hay que olvidar los preceptos sociales que este conlleva, ósea, yo no pertenezco, ni me perteneces, si no compartimos la misma adicción.
Aun así nadie sabe amar, por lo cual dejo a la vida lo que vendrá…