ahí va
Tu ojos magnéticos brillaban hacia mi,
mi corazón blindado por el tiempo.
Tus ojos se clavaron en mi horizonte,
como las Marías de noche, dieron rumbo a un barco en ruinas.
Tu pelo tomado escondiendo enigmas, que hasta ahí no habia imaginado; Tus ojos de prado, vergel, una tierra prometida con limites claros.
Tus ojos y tu boca, me miran y me hablan, palabras que nacen con bordes dorados...
Tus labios;
en ellos,
dibujando un negroni,
un sediento deseo que me tiene embriagado.
Este momento inmenso y fugaz,
cometa perdido en el tiempo,
tesoro,
belleza,
ejemplo,
lo hermoso jamas es eterno,
Efímero encuentro que el poema cuenta,
Quimera.
Comentarios