un suspiro cayo desde mis labios
caía un susurro de mis labios y tus arboles se agitaban en tempestad desde mis nubes caían gotas fulgurantes que deseaban ser estrellas de un cielo cubierto, tempestad el soplido eterno de la pena tempestad el sonido de un rió cayendo sin rivera sin comarcas y mesura, mientras que la tibieza de tu piel y el olor de tu cuerpo se desvanece en ese suspiro dejando caer tus pétalos, para olvidar primaveras